La terapia ocupacional se encarga de mantener la autonomía de los niños/as en las actividades de la vida diaria, acompañándoles en su desarrollo. La primera etapa de la vida es muy importante por la plasticidad cerebral y está caracterizada por el crecimiento, maduración y desarrollo. Es el periodo donde se adquieren las habilidades motoras, cognitivas, perceptivas y sociales a través del juego y la relación con el entorno, que son fundamentales para la autonomía del niño/a en sus actividades de la vida diaria.

El juego se convierte en la herramienta fundamental de esta terapia. De manera que teniendo en cuenta los intereses y motivaciones de la familia y el niño/a, y sus capacidades y dificultades, se desarrollan los diferentes tipos de juego de manera que potencian las habilidades mencionadas. Además el juego se debe de adaptar todo lo necesario para que lo lleve a cabo y al mismo tiempo mantenga una ergonomía adecuada.

Las áreas que se trabajan en este disciplina son: actividades de la vida diaria (higiene, aseo, vestido, alimentación.), juego y educación (alteraciones en el aprendizaje, adaptación del mobiliario y material escolar…). Se realiza un tratamiento específico de la escritura y la alimentación. Trabajamos la postura corporal y de la extremidades superiores para conseguir la funcionalidad de la misma en estas tareas.

Estos aspectos se abordan durante el tratamiento mediante la utilización de las siguientes técnicas, atendiendo a las características individuales de cada niño/a y pudiéndose utilizar de forma combinada.

  • Neurodesarrollo: enfoque dirigido a niños/as con daño neurológico. A través del juego y actividades con intención y motivación intrínseca, se trabajaran sobretodo el control postural y las habilidades de las extremidades superiores, para mejorar las habilidades motrices de las mismas. De esta manera facilitaran las actividades de los usuarios, mejorando así su autonomía. Además es importante trabajar el componente cognitivo para que la intervención en el niño/a sea global.
  • Integración sensorial: proceso complejo que permite a una persona tomar, organizar e interpretar información que recibe de su cuerpo y del mundo externo. Este proceso neurobiológico innato permite al cerebro integrar e interpretar estímulos sensoriales para ofrecer una respuesta adaptativa.
  • Psicomotricidad: Relación que se establece entre la actividad psíquica de la mente humana y la capacidad de movimiento o función motriz del cuerpo.

Además se desarrolla con un enfoque centrado en la persona e incluyendo a la familia como agente activo en la rehabilitación y desarrollo del niño/a. De esta manera conseguimos empoderar a la familia y mejorar su calidad de vida.